Pregunta. En tu trabajo hay un componente esencial que es el objetivo de generar conciencia social, ¿Qué temas crees que son los más urgentes para visibilizar y denunciar a través del arte?
Respuesta. Considero que el arte es un vehículo para despertar la conciencia crítica y social. Mediante el arte en la vía pública podemos acceder a nuevos públicos, generar nuevos puntos de reflexión y movilizar a un mayor número de personas. Los temas más urgentes que considero deben ser visibilizados son el cambio climático y la necesidad urgente del cuidado del medio ambiente; la vulneración de derechos humanos de algunos colectivos sociales como el de la mujer o de desigualdades sociales que encontramos en el planeta. Creo que es indispensable también en estos tiempos reivindicar un nuevo estilo de vida más respetuoso y más sano para con las personas y para con nuestro entorno. Por ello creo que el muralismo en el que trabajo ofrece la alternativa de salir de ese individualismo en que vivimos y optar por un colectivismo, teniendo un concepto de comunidad.
P. ¿Por qué apuestas por los murales y el muralismo participativo?
R. Apuesto por las intervenciones en el espacio público, sean de la naturaleza que sean, ya que abarca un mayor número de visitantes, accede a despertar la conciencia de un público más diverso. Contando con la participación de la ciudadanía, la obra y su mensaje pasan a ser de un colectivo, el cual siente la obra como suya, refuerza el sentimiento de pertenencia, de grupo; fortalece la convivencia y junto a su participación y aportaciones se enriquece sustancialmente el proyecto. El arte público tiene la cualidad de generar un mayor impacto social y por lo tanto tiene la virtud de generar una mayor transformación social. También es verdad que hay más complicaciones puesto que el espacio es más grande, pero los beneficios también son mayores abarcando un público diferente y más amplio. Por ello, la respuesta del público suele ser más interesante para mí a pesar de que también puedo recibir más críticas.
P. ¿Cómo ha sido trabajar durante la pandemia? ¿Ha supuesto un reto trabajar en entornos digitales?
R. Trabajar durante la pandemia ha sido por un lado un regalo. Hemos tenido la oportunidad de parar y reflexionar, algo que era realmente necesario. Para mí ha sido un momento de valorar lo realmente importante y de replantear mi camino y el de mis proyectos de emprendizaje. La era digital ha permitido estar conectadas superando las distancias. Se trata de una herramienta muy útil para conectar personas de latitudes muy distantes. De este modo hemos podido desarrollar el proyecto promovido por UNESCO Etxea “artivismos feministas en la red”, que ha unido la sala ARTgia de Vitoria- Gasteiz, País Vasco con la Asociación el Trenzar de Lima. A través de sesiones online hemos podido generar un proyecto artístico para la transformación social a través de las redes; un diálogo entre dos creadoras artivistas que viven en extremos del globo terráqueo.
Gracias a la sala ARTgia hemos tenido muchas solicitudes de gente que quería mostrar su trabajo. Cuando un lado cojea, parece que el otro lado se potencia. Siempre va a haber solicitudes de gente propuestas.
P. Tu espacio ARTgia en Gasteiz es un referente para la creación y exhibición del arte actual y, también, para las mujeres creadoras ¿Quiénes son tus referentes femeninos en el ámbito artístico y creativo?
R. ARTgia es una galería de arte situada en Vitoria, en el barrio Zubimendi que surgió como una sala en blanco para generar sinergias entre distintas disciplinas artísticas y como un espacio para alojar propuestas.
Son muchas las referentes femeninas que influyen en mi trabajo. La obra de Loise Bourgueois está influenciando mucho mi trabajo en los últimos tiempos, aunque de siempre me he visto muy vinculada con la obra de Marina Abramović, la abuela del videoarte, las instalaciones artísticas y los objetos conceptuales de Mona Hatoum o las videocreaciones o imágenes generadas por Shirin Neshat.
P. ¿Por qué es importante la educación artística?
R. La educación artística es fundamental en la enseñanza, ya que permite contemplar diferentes puntos de vista ante un problema. Es importante enseñar cómo pensar, no tanto qué pensar. La educación artística es una herramienta para expresarse de otra forma que únicamente la verbal. Consiste más en hacer más que en decir. Es otra forma de expresión, que permite canalizar emociones, sentimientos; tan presentes en nuestras vidas y evolución y tan poco valoradas y trabajadas en la educación tradicional.
En la sociedad individualista de hoy día es imprescindible dar prioridad al ser ante el tener; Es imprescindible generar comunidad, tejer sinergias, para lograr una verdadera transformación social. Una herramienta fundamental para ello es la educación artística, ya que permite desarrollar la conciencia crítica, enfocar en la acción y el pensamiento y generar grupos de trabajo en la conformación de una obra artística con un mensaje social.
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