Pregunta. ¿Por qué Chéjov y por qué este texto de Chéjov? 

Respuesta. Porque todavía vivimos bajo la influencia de Chéjov. El inauguró una forma de penetrar en los personajes y en los conflictos que aún pervive en el teatro, en el cine, y en la literatura actual: el naturalismo y una visión psicológica de los personajes. Este texto es una "pieza menor". Sin embargo es un texto recurrente porque tiene humor, ternura, infracción y actualidad. Con el pretexto de una conferencia sobre el tabaco se acaba desgranando toda una filosofía de un pobre diablo, alcohólico, divertido y chusco.

P. Esta versión del original se conoce desde hace pocos años. ¿Qué cree que pensaría el autor al ver que aquel texto que él no publicó llega los escenarios?

R. Yo creo que Chéjov amaba este pequeño texto y la prueba es que volvió varias veces sobre él. Supongo que Chéjov lo primero que diría es: ¿Quién coño me ha cogido el texto de la carpeta? Sí, ésta versión es como si Chejov hubiera rellenado los puntos suspensivos de su personaje, como si hubiera dado una vuelta de tuerca a lo que Ivan Ivanovich piensa por dentro.

P. “Somos felices o somos obedientes”, dice el autor durante el texto. ¿Está de acuerdo con ese mensaje?

R. En el fondo, el personaje de Chejov  es una especie de anarquista frustrado, un infractor en potencia que ha decidido, por miedo, pasar desapercibido, ser nada. Un cobarde, con el que el espectador se identifica mucho.

P. ¿Qué tiene que ocurrir  para que textos como éste sigan teniendo vigencia a pesar de los años transcurridos?

R. Hay textos clásicos que siguen vivos, de ahí su grandeza, que soportan el paso del tiempo y parecen vigentes. Eso es una gran virtud del arte que solo algunas pocas obras y artistas lo tienen. En Chéjov hay una certera visión del alma humana, de los pensamientos y sentimientos escondidos y nos reconocemos en sus personajes y en sus conflictos. Por otro lado, no hay que creer que somos tan originales. Muchas cosas que aparecen como tramas modernas en cine, novela, o teatro no van más allá de alguno de los argumentos de Shakespeare.

P. El del monólogo es un género especial para cualquier actor. ¿Cómo afronta un trabajo de estas características?

R. El monólogo es un reto para un actor, también un acto de inmolación: es echarse al foso de los leones en solitario, sabiendo que te la juegas y que tú eres tu única tabla de salvación. Cuando dominas la situación, el tiempo y el espacio, es una sensación muy placentera. Este ha sido y es, por ahora, mi primer trabajo en solitario, aunque he hecho otros monólogos con varias compañías. Para mí es un reto y un ejercicio de actor.

P. ¿Qué le podemos decir a alguien que piense que un monólogo de Chéjov tiene que ser aburrido?

R. Decirle que no se puede amar lo que no se conoce. Que vaya a ver esta versión de ‘Sobre los Perjuicios del Tabaco’, y que quizá se pueda convertir en un amante de Chejov. Pero también que haga siempre lo que le apetezca, no lo que las modas del ocio y el marketing de la cultura dictan como gustos reinantes.Los teléfonos móviles evolucionan rápidamente, las formas de comunicación, pero los seres humanos vamos bastante mas despacio.

P.¿Puede contarnos cómo se siente en este momento de su trayectoria profesional, qué  le apetece hacer además de lo que ya estás haciendo y, a ser posible, qué le veremos hacer en el futuro?

R. Este proyecto ya lo estuve haciendo antes de comenzar con Makiescénica  y lo quiero retomar ahora como un proyecto personal, como un ejercicio de actor. Los deportistas entrenan de una manera y los actores entrenamos de ésta: proponiéndonos trabajos de riesgo. Dejé colgada una gira cuando fiché con la Compañía Ur hace unos años y ahora lo retomo. Por otro lado, no se lo digas a nadie, pero con parte de los ingresos que me produzca este trabajo pienso contribuir a la producción del próximo espectáculo de Makiescénica que será ‘Esencia Patria’, una obra de un joven autor jienense,Tomás Afan Muñoz, que ha recibido varios premios de teatro y que es un perfecto desconocido. Será un montaje retrofuturista, como él lo califica, con música en directo. Pero para ello queremos montar una coproducción con varios teatros. Ya hablaremos de ello. Una cosa: ¿sabes que Makiescénica piensa trabajar sin subvenciones?.

P. Por cierto, ¿tantos perjuicios causa el tabaco?

R. Seguramente hay otras cosas bastante más peligrosas y que sin embargo están autorizadas. ¿Ves?: o somos felices o somos obedientes. Bertold Brecht decía que él imaginaba el teatro con los espectadores fumando como en el boxeo, como en los deportes (de entonces) por que si no se dejaba fumar al espectador éste ya no podría pensar. Decía que los fumadores tenían que fumar en el teatro para poder pensar con claridad. Brecht quería que el teatro fuese, sobre todo,  un divertido ejercicio de inteligencia.