Platea es la tercera producción de la compañía vasca de artes escénicas Tripak. En esta pieza las imágenes de dolor y desgarro son atravesadas por el humor y el absurdo. Estas, junto a los cantos polifónicos y los sonidos del acordeón y el violín, que transitan de lo clásico a lo experimental, aglutinan las visiones poéticas y abstractas. En esta obra bilingüe (castellano y euskera), las personas espectadoras acompañan en su viaje a los personajes que llegan a este mundo. Ellos muestran, por encima de los estados emocionales más arquetípicos, facetas no tan evidentes del ser humano. El miedo al rechazo, la desobediencia, los intentos de manipulación, la sensación de ridículo o la incapacidad para expresarse aparecen ante el público como destellos que entretejen la obra.

Platea nace de las experiencias personales de sus creadoras y rompe con las barreras entre disciplinas aglutinando en un mismo espectáculo la actuación, la performance y la música.

Partiendo de la idea de la existencia intermedia o el estado de transición de las almas, en Platea se nos presenta, como representación de un limbo imaginado, una mesa de banquete en medio de un paisaje de marismas. El movimiento de las mareas destaca la propiedad de la vida de dar y tomar sin encontrar explicación o amarre. Un Dios, como maestro de ceremonias, da la bienvenida a los cuerpos que llegan a este entorno mutable. Arrastrados por el mar llegan desorientados o desmayados, como náufragos o como sirenas; todos tuvieron antes una vida y una muerte. El lugar ha sido preparado para la celebración final, la gran transmutación, aunque antes deberán despojarse de sus anteriores voluntades, que aún resuenan.

Más información: Tripak Kolektiboa