Primero fue el silencio. Luego, la Orquesta de Roberto Delgado empezó a sonar como un solo pulmón, como solo las grandes ‘big bands’ saben hacer. Una ‘intro’ instrumental y Rubén Blades cantó y emocionó, como quien respira, como solo los grandes pueden hacer. Unos minutos antes, un intenso aguacero se había colado en el cartel inaugural del Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur. Pero escampó, comenzó la música y ya nadie miró al cielo. “Rubén Blades tiene un disco titulado Tras la Tormenta’, recordó acertadamente el presentador y voz del festival, Gonzalo de la Figuera. Así que a la tormenta perfecta le sucedió el guión perfecto de una noche para recordar.

Fueron dos horas de emoción, un repaso a la carrera y las influencias de Rubén Blades, tanto personales como musicales. Cantó temas clave de su carrera como ‘Juan Pachanga’, ‘Decisiones’ o (¡cómo no!) ‘Pedro Navaja’ para cerrar el recital. Pero el músico panameño quiso también homenajear a figuras fundamentales  de su trayectoria musical y vital como Gabriel García Márquez (Ojos de perro azul),  Ray Baretto (Araye) o Héctor Lavoe (El cantante). 

Embarcado en una gira que abarca también varios festivales de jazz, Blades se acercó también al swin y el jazz anglosajón. En esos paréntesis brilló la versión de ‘The way you look tonight’, de Frank Sinatra. “Él me enseñó a respirar”, explicó mientras recordaba que empezó a cantar en casa sobre los vinilos del crooner norteamericano. 

Todo eso ocurría con naturalidad, gracias a la versatilidad de la banda con la que el músico panameño ganó el Grammy Latino 2017 al Mejor Álbum del Año y Mejor Álbum de Salsa. Fuera de su terreno natural, al cerrar los ojos uno podía pensar que la que sonaba era la Lincoln Center Orchestra. Precisión y energía para los arreglos creados por Delgado arroparan la voz de la estrella, que agradeció en varias ocasiones la aportación de sus músicos.

Se apagaron las luces, sonó el silencio de los Pirineos otra vez y todo quedó claro: noches así se viven solo unas pocas veces.